Independientemente del nicho o industria a la que pertenezcan, llega un momento en el cual los responsables del área IT de las organizaciones se plantean si es mejor utilizar entornos on-premise o cloud para alojar sus cargas de trabajo.
Aunque la elección de uno de ellos de ninguna manera debería significar la exclusión del otro —y la utilización de la nube debería ser considerada no como un destino, sino más bien como una experiencia—, es habitual atravesar por este dilema.
On-premise o cloud: ¿qué es lo más recomendable para tu empresa?
No existe una respuesta definitiva ni unívoca que valga para todas las organizaciones. La elección de un entorno on-premise o cloud es un proceso que debe atravesar cada firma. No obstante, para terminar con los interrogantes y encontrar el modelo de infraestructura adecuado para dar respuesta a las demandas de cada compañía, es necesario prestar atención a 5 parámetros fundamentales.
1. Seguridad, compliance y soberanía de los datos
En primer lugar, es preciso considerar el contexto en el cual se inserta cada compañía. ¿Qué queremos decir con esto? Que algunas de ellas están localizadas en países o regiones que tienen estrictas políticas de manejo de datos y, por lo tanto, no pueden procesar información en servidores que estén por fuera de la infraestructura local.
También puede ocurrir que algunos sectores o nichos de mercado (como bancos, empresas financieras o de salud) tengan que cumplir requisitos específicos. Alojar datos en la nube puede no ser una alternativa para estos casos a riesgos de generar sanciones y multas, lo que puede impactar negativamente en la reputación de la organización.
2. Previsibilidad y uso de las cargas de trabajo
Algunas aplicaciones son predecibles, ya que, además de saber cuándo se precisarán los datos, no suelen atravesar por cambios significativos. En consecuencia, es posible alojarlas en servidores on-premise.
Ahora bien, existen cargas de trabajo que tienen picos de demanda. Por su naturaleza, requieren flexibilidad. Si esto sucede, a menudo los servidores locales tienen dificultades para adaptarse. De modo que los entornos cloud se revelan como la opción más adecuada ya que, además de ser elásticos, permiten el pago por uso.
3. Data gravity e interrelación
¿Cómo se relaciona una carga de trabajo con otras cargas adyacentes? ¿Funciona de manera adecuada estando en una infraestructura local? Si se la traslada a un entorno cloud, ¿dejará de operar, continuará funcionando de manera correcta o mejorará su desempeño?
Estas son las preguntas que debe responder el equipo IT de cada organización antes de trasladar aplicaciones críticas.
4. Diseño de aplicaciones
Este punto también es crucial para escoger entre un entorno on-premise o cloud. Es necesario evaluar, por ejemplo, si el diseño de la arquitectura de las aplicaciones implica microservicios nativos cloud que se despliegan en contenedores, o bien si se trata de cargas de trabajo monolíticas nacidas on-premise y que atraviesan a toda la organización.
Las aplicaciones heredadas son complejas de adaptar a la nube pública y, además, puede que no sean críticas para la empresa. De modo que es mejor que se localicen en un entorno local.
No obstante, en los últimos años, los avances hechos en materia de diseño de plataformas de contenedores empresariales permiten que los containers soporten aplicaciones nativas y no nativas de la nube, usando código abierto, que se ejecutan en VM, on-premise, en el borde o en cualquier cloud pública.
5. Necesidades de rendimiento
Por último, antes de tomar una decisión es fundamental evaluar la capacidad de rendir al máximo que tiene cada aplicación en función de la localización que se le otorgue.
Decidir poniendo el foco en la optimización de rendimiento no significa escoger una ubicación simplemente porque es la que habitualmente ocupa esa determinada carga de trabajo. Consiste en analizar los datos considerando los retos y requisitos actuales de cada proceso para encontrar la mejor solución.
Para lograr óptimos resultados, es necesario que las aplicaciones estén alojadas en el entorno adecuado. En el dilema on-premise o cloud, no implica tomar partido por una u otra opción de manera concluyente, sino de evaluar cada carga de trabajo teniendo en cuenta estos parámetros. ¿Tienes dudas? En DataWise sabemos como ayudarte a tomar la mejor decisión. Contáctanos.