Además de agilidad, seguridad y escalabilidad, la aparición de los servidores cloud trajo consigo un dilema para las organizaciones: ¿qué es mejor: volcarse a la nueva tecnología o continuar usando servidores físicos? La nube híbrida es la respuesta a este interrogante.
El uso de entornos informáticos combinados permite que las empresas transporten cargas de trabajo entre ambas soluciones de acuerdo a sus necesidades y a los costos que puedan asumir en los diferentes momentos.
Servidores en la nube versus servidores propios
Para poder tomar una decisión en referencia al tipo de servidor que más conviene para una organización, es recomendable comparar ambas opciones en torno a determinados parámetros clave que dan cuenta del desempeño de cada solución.
· Implementación
La puesta en marcha de un servidor es un proceso que requiere de bastante tiempo y de un espacio donde ser colocado, sea en la organización o en un datacenter. Implica dedicación por parte de los profesionales del área IT para la adecuación del hardware e instalación del software adecuados para cada empresa.
La implementación de un servidor de almacenamiento en la nube es prácticamente inmediata, porque no requiere ocuparse de los espacios físicos y es mínimo el requerimiento de tiempo que toma a los especialistas de tecnologías de la información de la organización. Es más, se puede contar con el servicio de almacenamiento de manera completa ni bien se inicia la suscripción al servicio.
· Costos
El modelo basado en servidores propios es económicamente más caro que el basado en la nube considerando la adquisición del hardware, las licencias de software, etc. Si además, estamos pensando en una solución in house debemos considerar una buena conectividad, routers, switches, cables y sistemas de seguridad, extinción y refrigeración.
Asimismo, dado que está en permanente funcionamiento en las instalaciones de la empresa, los servidores locales consumen electricidad durante las 24 horas del día, lo que incrementa el valor de las facturas de energía. Por último, requieren la presencia de personal especializado para que haga el mantenimiento adecuado.
Los servidores en la nube, por su parte, son mucho más económicos, ya que no implican inversiones iniciales de software e infraestructura ni de uso y mantenimiento. Basta con elegir un plan de servicio que se adapte a las necesidades de cada organización y dentro de este abono, estarán incluidas las plataformas, el almacenamiento y el soporte técnico permanente.
· Actualización tecnológica
Día tras día surgen nuevos avances tecnológicos que modifican el panorama de los servicios IT. Dado que muchas veces es complicado adaptarse e implementar rápidamente cambios de hardware y software, un modelo basado en servidores físicos corre el riesgo de quedar obsoleto o desfasado, y poner en jaque el crecimiento del negocio.
Los servidores en la nube, por su parte, se actualizan de manera permanente, sin gastar dinero, tiempo ni esfuerzo adicionales.
· Escalabilidad
La elasticidad y flexibilidad de las soluciones de almacenamiento no es un asunto menor, si tenemos en cuenta que la mayor parte de las organizaciones aspiran a ampliar su estructura empresarial. Cuando este momento llega, contar con herramientas informáticas que acompañen ese crecimiento es imprescindible.
Por el contrario, aumentar la capacidad de los servidores locales requiere una planificación detallada que incluya compra de equipos, alianzas con nuevos proveedores, migraciones, instalaciones y tests.
El modelo de almacenamiento basado en la nube es dinámico y escalable, dado que permite aumentar o disminuir los recursos sin complicaciones ni plazos de espera.
· Accesibilidad
Acceder a la información en un server local no reviste inconvenientes, siempre y cuando la persona que quiera hacerlo se encuentre físicamente en las instalaciones de la empresa o bien de manera remota a través de una VPN. Sin embargo, en estos casos es preciso llevar adelante acciones adicionales para preservar los niveles de seguridad adecuados y no poner en riesgo la información.
Los servidores en la nube brindan la posibilidad de acceder a los datos desde cualquier lugar y a todo momento con solo una conexión a internet y los accesos de seguridad necesarios.
Servidores propios o almacenamiento cloud: cuándo utilizar cada opción
El hecho de que el almacenamiento en la nube reporte amplias ventajas a nivel de escalabilidad, accesibilidad y costos no implica que los servidores locales no sean beneficiosos.
Ambos entornos ofrecen prestaciones de calidad. La decisión de usar uno u otro depende de los niveles de seguridad que se necesitan para satisfacer los estándares de cumplimiento y de la estructura de costos por la que se prefiera optar.
Ambos modelos brindan un cifrado de datos altamente seguro. No obstante, cuando la organización requiere la utilización de un hardware personalizable y sistemas de diseño específico, y posee una infraestructura que implica inversiones frecuentes y de gran volumen, un sistema de almacenamiento local es la mejor opción.
Lo mismo sucede cuando es necesario tener total visibilidad y control de los registros y contar con un centro de datos de un único propietario para respetar las normativas vigentes y no generar costos económicos derivados de la falta de cumplimiento.
Por su parte, la solución cloud es la mejor alternativa cuando la empresa necesita un entorno que le ofrezca una gran capacidad de escalar vertical y horizontalmente el almacenamiento de y la posibilidad de acceder a un modelo de pago por uso, abonando únicamente por el espacio utilizado.
También es la opción correcta si se busca una tecnología que permita hacer copias de seguridad y recuperaciones de datos automatizadas e integrales, y que contenga un riesgo casi nulo de tiempo de inactividad.
La nube híbrida, aliada de la transformación digital
Para las organizaciones, la transformación digital no es una tendencia puntual ni una estrategia pasajera. Si quieren ser competitivos y mantener el ritmo de innovación en un mercado cada vez más exigente, transformarse digitalmente es una obligación.
Gracias a su agilidad, escalabilidad y bajos costos, el cloud computing se presenta como la solución ideal para lograr esta transformación. No obstante, las empresas también consideran otras variables como la seguridad, el control y el cumplimiento normativo, conceptos que suelen estar asociados a los entornos on-premise.
Esto provoca que algunas empresas no trasladen a la nube ciertas aplicaciones críticas, porque los entornos externos incluyen numerosas variables fuera del control de la compañía, como la seguridad y la soberanía de los datos.
Entonces, ¿cómo resolver este dilema y avanzar en el camino hacia la digitalización? A través de una solución convergente que combine lo mejor de ambos modelos.
El uso de una nube híbrida es la mejor forma de activar la transformación digital porque ofrece:
· Agilidad
El sistema híbrido vincula las estrategias de implementación al uso a través de una combinación de servicios públicos y locales. De esta forma, la organización gana agilidad, reduce la complejidad para hacer posible una implementación rápida y entrega valor de forma instantánea y continua, sin perder el control sobre las cargas de trabajo.
· Seguridad
La seguridad no reside únicamente en proteger los sistemas y plataformas, sino también implica resguardar la empresa y los datos.
Las compañías optan por el modelo híbrido porque tener control sobre la infraestructura local es una de las mejores maneras de garantizar la seguridad, así como los requisitos de cumplimiento.
· Costos económicos controlados
Gracias al modelo de pago flexible y basado en el uso, el sistema híbrido permite que los costos del servicio de almacenamiento se alineen con los resultados organizacionales.
La capacidad para escalar bajo demanda elimina la necesidad de sobreaprovisionamiento o de incurrir en costes exponenciales cuando los servicios escalan verticalmente a gran velocidad.
Para capitalizar las oportunidades de la transformación digital, las empresas necesitan contar con un entorno flexible, escalable y modular que les permita operar con fluidez sin descuidar aspectos de seguridad, cumplimiento y control. La nube híbrida es la herramienta que da respuesta a esa necesidad. ¿Necesitás más información sobre esta solución? Contactanos.